EL BALLET Y LA LUZ
Forma
y movimiento son la esencia del ballet. El uso de la luz determina la
apariencia final de la forma. En consecuencia, es razonable suponer que la
iluminación para ballet juega una parte muy importante e inteligente en el
espectáculo visual.
El propósito fundamental de la iluminación en el teatro es controlar las reacciones visuales del público. Cuando el cuadro escénico no solamente estimula la retina sino que despierta la imagen mental deseada en la conciencia de cada espectador, se ha obtenido entonces el verdadero objetivo de la iluminación. La iluminación para la danza tiene algunas similitudes con otros tipos de iluminación.
Hay factores materiales que son determinantes; los mismos instrumentos, los mismos teatros y, generalmente, están comprometidos los mismos iluminadores. El modo en que el equipo de iluminación se usa, o la intención en e! diseño de la luz, difiere considerablemente, sin embargo, de la aplicación que de estos mismos elementos se hace en una obra de teatro. El ballet no está sujeto a ningún tipo definido de iluminación. Permite mayores oportunidades para una expresión individual que muchas de las otras formas de! arte escénico. El ballet se aprecia principalmente a través de la vista y por esta razón requiere una iluminación que destaque la forma y acentúe el movimiento con un sentido plástico que contribuya, también, a la atmósfera deseada. La danza, como espectáculo público, ha alcanzado en Chile, en estos últimos años, una importancia notable.
Este arte ha crecido en forma grandiosa, gracias a la labor desarrollada por Ernst Uthoff como director del Ballet Nacional Chileno. El ballet se ha transformado en uno de los espectáculos más concurridos y aceptados por el público. Esta misma evolución es la que ha hecho que la iluminación para la danza se haya transformado en materia para expertos, con arte y dominio de su técnica. Iluminar un escenario, como dice Robert Edmond Jones, no sólo consiste en poner luz 50bre objetos, sino en iluminar una idea. Usamos la luz al igual que las palabras, para enunciar ideas y emociones. La iluminación ha dejado de ser un problema de electricidad para transformarse en un problema de sensibilidad. El problema capital de la iluminación en e! teatro de hoy no pertenece al electricista.
El propósito fundamental de la iluminación en el teatro es controlar las reacciones visuales del público. Cuando el cuadro escénico no solamente estimula la retina sino que despierta la imagen mental deseada en la conciencia de cada espectador, se ha obtenido entonces el verdadero objetivo de la iluminación. La iluminación para la danza tiene algunas similitudes con otros tipos de iluminación.
Hay factores materiales que son determinantes; los mismos instrumentos, los mismos teatros y, generalmente, están comprometidos los mismos iluminadores. El modo en que el equipo de iluminación se usa, o la intención en e! diseño de la luz, difiere considerablemente, sin embargo, de la aplicación que de estos mismos elementos se hace en una obra de teatro. El ballet no está sujeto a ningún tipo definido de iluminación. Permite mayores oportunidades para una expresión individual que muchas de las otras formas de! arte escénico. El ballet se aprecia principalmente a través de la vista y por esta razón requiere una iluminación que destaque la forma y acentúe el movimiento con un sentido plástico que contribuya, también, a la atmósfera deseada. La danza, como espectáculo público, ha alcanzado en Chile, en estos últimos años, una importancia notable.
Este arte ha crecido en forma grandiosa, gracias a la labor desarrollada por Ernst Uthoff como director del Ballet Nacional Chileno. El ballet se ha transformado en uno de los espectáculos más concurridos y aceptados por el público. Esta misma evolución es la que ha hecho que la iluminación para la danza se haya transformado en materia para expertos, con arte y dominio de su técnica. Iluminar un escenario, como dice Robert Edmond Jones, no sólo consiste en poner luz 50bre objetos, sino en iluminar una idea. Usamos la luz al igual que las palabras, para enunciar ideas y emociones. La iluminación ha dejado de ser un problema de electricidad para transformarse en un problema de sensibilidad. El problema capital de la iluminación en e! teatro de hoy no pertenece al electricista.
• 28 • El ballet y la luz I
Revista Musical Chilena equipo de iluminación, aunque ninguno de ellos es aún
perfecto, sino que en cómo planificar y ejecutar un determinado y deseado
efecto de iluminación para el público. Esta es la responsabilidad del diseñador
y sus colaboradores. A pesar de que muy pocas líneas divisorias pueden trazarse
entre las diversas formas de danza contemporánea, puede decirse que existen
tres tipos diferentes de danza y que, a menudo, estas diferencias motivan una
individualización en el diseño de la iluminación. Los tipos de danza pueden
dividirse en tres categorías generales: 1) Ballet clásico; 2) Ballet moderno, y
3) Danza moderna. El ballet clásico puede considerarse como la presentación de
una historia romántica. en que el mayor énfasis está en la técnica
interpretativa del bailarín (ejemplos: El "Lago de los Cisnes",
"Las Sllfides", "Sylvia", "Giselle", etc.). El
ballet moderno utiliza las técnicas de baile del ballet para presentar una
historia, pero el énfasis mayor está, sin duda, en la atmósfera y contenido
sociopsicológico del tema (ejemplos: "La Gran Ciudad", "La mesa
verde", "Orfeo", "El hijo pródigo", "Milagro en
la Alameda"). La danza moderna deja a un lado la técnica formal de baile y
usa el cuerpo humano para expresar libremente, interpretar y explorar un tema
emocional. La historia no es importante y puede o no estar presente. Por
supuesto, el tipo de iluminación varía en cada categoría de danza. Con el
énfasis del ballet clásico sobre la técnica, la iluminación debe proveer
adecuada luminosidad a los bailarines, enfatizando, a través de la luz, un
modelado escultural del cuerpo. Aqemás, de esto, la luz debe contribuir a dar
interés el decorado como fondo para la danza. El ballet clásico se presenta
generalmente con luz en tonalidades azules, creando de este modo una
convención' de atmósfera imaginativa y etérea. El interés cambia más
definidamente hacia la historia en el ballet moderno. Adecuada iluminación de
los bailarines y modelado plástico del cuerpo continúan siendo importantes,
pero un énfasis mayor debe ser colocado sobre la atmósfera interpretativa del
tema, tratando de definir el ambiente del suceso dramático. Frecuentemente el
ballet moderno permite el uso abstracto de la luz para acentuar dramáticamente
la danza. El grado de libertad lumínica depende del grado en que el ballet
mismo se separa del realismo puro hacia una estilización y abstracción.
"Milagro en la Alameda" es un ballet que permite desarrollar, en
mayor escala, el paso gradual desde un realismo estilizado hasta la imaginación
onírica. La danza moderna se concentra casi exclusivamente sobre la creación '*
29 '* Revista M u.ka) Chilena I Bernardo Trumper o evocación de emociones y
atmósfera a través de una alta expresión individual o de grupo, hablando en un
vocabulario propio del movimiento (ejemplo: Martha Glaham). El iluminador
tiene, pues, una libertad casi absoluta para hac ~r uso de su técnica e
imaginación.
La iluminación se dirige a expresada atmósfera de cada momento de la danza. El iluminador puede usar su imaginación hasta un grado pocas veces permitido por cualquier otra forma teatral. Los tres tipos de danza tienen muchos elementos comunes que determinan una gran diferencia entre la iluminación para la danza y la iluminación de otros tipos de producciones teatrales. Como consecuencia de su estructura formal y de sus convenciones, el ballet es aceptado inmediatamente por el público como una fantasía y una forma de arte norealista. Esto hace que la interpretación total se pueda expresar por medio de gestos formales y movimientos de danza; lo que también hace posible un robustecimiento e intensificación, en forma y color, del vestuario, escenografía y maquillaje. Esta intensificación de los elementos escénicos hacen igualmente deseable una brillante composición de la luz y un brillante uso del color y efectos, teniendo siempre como base que el elemento que debe ser destacado es el cuerpo del bailarín en su totalidad. Nuestro deber fundamental en el teatro está en directa relación con los bailarines. Son ellos los que interpretan, son ellos los que danzan. El escenario les pertenece y ellos deben dominar sobre él La naturaleza de la danza también altera la forma y el arreglo de los elementos escénicos dentro del arco del proscenio. La danza toma lugar en el espacio. El espacio para danzar debe estar relativamente libre de elementos escénicos. En consecuencia, la danza se lleva generalmente a cabo con un telón de fondo y algunos elementos de decorados laterales, dejando libre el piso del escenario. Como resultado, el iluminador tiene libertad para colocar instrumentos eléctricos en casi cualquier ubicación, situación bien diferente a la que se le presenta frente a un decorado-caja o escenografía de interiores; aún más, en el caso del ballet, el disefiador tiene un solo elemento básico que iluminar: el bailarín en movimiento en un espacio abierto.
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La iluminación se dirige a expresada atmósfera de cada momento de la danza. El iluminador puede usar su imaginación hasta un grado pocas veces permitido por cualquier otra forma teatral. Los tres tipos de danza tienen muchos elementos comunes que determinan una gran diferencia entre la iluminación para la danza y la iluminación de otros tipos de producciones teatrales. Como consecuencia de su estructura formal y de sus convenciones, el ballet es aceptado inmediatamente por el público como una fantasía y una forma de arte norealista. Esto hace que la interpretación total se pueda expresar por medio de gestos formales y movimientos de danza; lo que también hace posible un robustecimiento e intensificación, en forma y color, del vestuario, escenografía y maquillaje. Esta intensificación de los elementos escénicos hacen igualmente deseable una brillante composición de la luz y un brillante uso del color y efectos, teniendo siempre como base que el elemento que debe ser destacado es el cuerpo del bailarín en su totalidad. Nuestro deber fundamental en el teatro está en directa relación con los bailarines. Son ellos los que interpretan, son ellos los que danzan. El escenario les pertenece y ellos deben dominar sobre él La naturaleza de la danza también altera la forma y el arreglo de los elementos escénicos dentro del arco del proscenio. La danza toma lugar en el espacio. El espacio para danzar debe estar relativamente libre de elementos escénicos. En consecuencia, la danza se lleva generalmente a cabo con un telón de fondo y algunos elementos de decorados laterales, dejando libre el piso del escenario. Como resultado, el iluminador tiene libertad para colocar instrumentos eléctricos en casi cualquier ubicación, situación bien diferente a la que se le presenta frente a un decorado-caja o escenografía de interiores; aún más, en el caso del ballet, el disefiador tiene un solo elemento básico que iluminar: el bailarín en movimiento en un espacio abierto.
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