jueves, 20 de octubre de 2016

ORIGEN DE LA ESTETICA EN EL BALLET


Los orígenes de la estética en el ballet Es justamente el año1832 cuando Marie Taglioni aparece en escena y el público contempla la silueta de un espíritu del aire envuelto entre muselinas, como si de una sílfide se tratase. Hablamos de los inicios del Ballet Romántico. 



La llegada del Romanticismo viene acompañada de un periodo de esplendor para el ballet, donde entre otras cosas se acabarán asentando las bases de dicho arte. Estas bases incorporarán el vestuario dentro de un imaginario donde la narrativa de las obras conllevará a una nueva puesta en escena. Cabe destacar que no es hasta entonces cuando se produce una unidad temática y estética que favorece el nacimiento de un ballet completamente independiente y definido. Si bien es cierto, que el siglo XIX supone la consolidación del ballet como tal, debemos remontar su origen en el Renacimiento. 


Estamos hablando de una época donde el ballet era presentado en la corte como un mero entretenimiento. Con el paso del tiempo la danza irá pasando de la corte al teatro, lo que provocará una paulatina profesionalización del ballet. En sus inicios, la indumentaria utilizada para las representaciones era muy similar a los trajes de la corte, los bailarines aparecían con ricos y suntuosos vestidos que incorporaban pequeños elementos diferenciales con el fin de identificar los personajes de dichas obras. La indumentaria de danza únicamente estaba regida por la moda correspondiente a cada periodo, sin tener en cuenta las limitaciones que aquellos vestidos ejercían sobre el cuerpo de los bailarines. 


Fueron figuras como la de Marie Camargo las que se aventuraron a proponer cambios en este aspecto. En 1730, Camargo sale a escena con sus faldas cortadas por encima de los tobillos, un tamaño que permitía a la bailarina mostrar su dominio del entrechat (paso batido en el aire, hasta el momento reservado a los hombres). Este hecho supuso que a partir de entonces la ópera obligara a llevar bajo la falda un “calzón de precaución”. Años más tarde, Marie Sallé aparecerá en Londres vestida tan sólo con un corsé, una falda y un vestido de muselina por encima. En esta misma línea, Noverre reivindicará en sus Cartas sobre la Danza la reducción de los miriñaques de las bailarinas, que limitaban la libertad y rapidez de sus movimientos. A partir del siglo XVIII la indumentaria se aligera, influida por la 

Revolución Francesa, lo que facilitará la evolución de los trajes de escena, cuyos materiales, siluetas y adornos se simplifican notablemente. Otros aspectos destacables del ballet de la época son la aparición de los zapatos planos propios del Neoclasicismo y la introducción de las mallas de color carne, que poco a poco harán que las piernas vayan quedando más al descubierto. Tras estos hechos que se desarrollan a partir del humanismo llegamos al Romanticismo, la época dorada del ballet clásico. Cuando hablamos de ballet clásico en nuestras cabezas aparece el retrato de una esbelta bailarina de tez clara vestida con tutú, cuyos movimientos etéreos y frágiles nos hacen pensar en ella como un ser de otro mundo. 

Esta imagen se establece tras la representación de La Sílfide, obra paradigmática del ballet romántico. En ella, la bailarina italiana Marie Taglioni portaba un corpiño ajustado con unas pequeñas alas situadas en la espalda y un gran escote que dejaba lucir sus hombros, una falda acampanada hasta media pierna compuesta por capas de gasa y muselina y unas zapatillas de color rosa. La repercusión tanto de la bailarina como de la obra fijarán el ideal estético del ballet, así La Sílfide pasa a ser un prototipo a imitar. Esto se hace evidente al observar las creaciones posteriores como por ejemplo Giselle, donde se establece el mismo código de vestir. En ella un cuerpo ajustado con los hombros al descubierto, falda o tutú, como se conocerá a partir de entonces, de gasa muselina o tul, siempre de color blanco, además de mallas y zapatillas de raso rosa. La incorporación de este atuendo fue tal que los trajes pasaron a ser utilizados tanto para clases y ensayos como para espectáculos. Da la sensación como si al final este vestuario en concreto se acabara incorporando al ballet como una especie de uniforme o ropa especial de trabajo. El tutú, prenda por excelencia del ballet, así como el resto de la indumentaria, tuvo muy poca evolución durante el siglo XIX, pese a que el tutú sí que fue reduciendo su tamaño. La renovación de toda la imagen del ballet vendrá más tarde por parte de Rusia, un arte hasta ahora liderado por Francia. La llegada de los Ballets Rusos de Diáguilev triunfará y producirán un cambio rotundo en la moda. El vestuario de estos ballets pasará a ser más variado, lleno de colores llamativos y con un aire oriental lejos de la uniformación a la que nos tenía acostumbrado el Ballet Romántico.
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EL BALLET Y LA LUZ

EL BALLET Y LA LUZ


Forma y movimiento son la esencia del ballet. El uso de la luz determina la apariencia final de la forma. En consecuencia, es razonable suponer que la iluminación para ballet juega una parte muy importante e inteligente en el espectáculo visual.


 El propósito fundamental de la iluminación en el teatro es controlar las reacciones visuales del público. Cuando el cuadro escénico no solamente estimula la retina sino que despierta la imagen mental deseada en la conciencia de cada espectador, se ha obtenido entonces el verdadero objetivo de la iluminación. La iluminación para la danza tiene algunas similitudes con otros tipos de iluminación.

 Hay factores materiales que son determinantes; los mismos instrumentos, los mismos teatros y, generalmente, están comprometidos los mismos iluminadores. El modo en que el equipo de iluminación se usa, o la intención en e! diseño de la luz, difiere considerablemente, sin embargo, de la aplicación que de estos mismos elementos se hace en una obra de teatro. El ballet no está sujeto a ningún tipo definido de iluminación. Permite mayores oportunidades para una expresión individual que muchas de las otras formas de! arte escénico. El ballet se aprecia principalmente a través de la vista y por esta razón requiere una iluminación que destaque la forma y acentúe el movimiento con un sentido plástico que contribuya, también, a la atmósfera deseada. La danza, como espectáculo público, ha alcanzado en Chile, en estos últimos años, una importancia notable. 

Este arte ha crecido en forma grandiosa, gracias a la labor desarrollada por Ernst Uthoff como director del Ballet Nacional Chileno. El ballet se ha transformado en uno de los espectáculos más concurridos y aceptados por el público. Esta misma evolución es la que ha hecho que la iluminación para la danza se haya transformado en materia para expertos, con arte y dominio de su técnica. Iluminar un escenario, como dice Robert Edmond Jones, no sólo consiste en poner luz 50bre objetos, sino en iluminar una idea. Usamos la luz al igual que las palabras, para enunciar ideas y emociones. La iluminación ha dejado de ser un problema de electricidad para transformarse en un problema de sensibilidad. El problema capital de la iluminación en e! teatro de hoy no pertenece al electricista.

• 28 • El ballet y la luz I Revista Musical Chilena equipo de iluminación, aunque ninguno de ellos es aún perfecto, sino que en cómo planificar y ejecutar un determinado y deseado efecto de iluminación para el público. Esta es la responsabilidad del diseñador y sus colaboradores. A pesar de que muy pocas líneas divisorias pueden trazarse entre las diversas formas de danza contemporánea, puede decirse que existen tres tipos diferentes de danza y que, a menudo, estas diferencias motivan una individualización en el diseño de la iluminación. Los tipos de danza pueden dividirse en tres categorías generales: 1) Ballet clásico; 2) Ballet moderno, y 3) Danza moderna. El ballet clásico puede considerarse como la presentación de una historia romántica. en que el mayor énfasis está en la técnica interpretativa del bailarín (ejemplos: El "Lago de los Cisnes", "Las Sllfides", "Sylvia", "Giselle", etc.). El ballet moderno utiliza las técnicas de baile del ballet para presentar una historia, pero el énfasis mayor está, sin duda, en la atmósfera y contenido sociopsicológico del tema (ejemplos: "La Gran Ciudad", "La mesa verde", "Orfeo", "El hijo pródigo", "Milagro en la Alameda"). La danza moderna deja a un lado la técnica formal de baile y usa el cuerpo humano para expresar libremente, interpretar y explorar un tema emocional. La historia no es importante y puede o no estar presente. Por supuesto, el tipo de iluminación varía en cada categoría de danza. Con el énfasis del ballet clásico sobre la técnica, la iluminación debe proveer adecuada luminosidad a los bailarines, enfatizando, a través de la luz, un modelado escultural del cuerpo. Aqemás, de esto, la luz debe contribuir a dar interés el decorado como fondo para la danza. El ballet clásico se presenta generalmente con luz en tonalidades azules, creando de este modo una convención' de atmósfera imaginativa y etérea. El interés cambia más definidamente hacia la historia en el ballet moderno. Adecuada iluminación de los bailarines y modelado plástico del cuerpo continúan siendo importantes, pero un énfasis mayor debe ser colocado sobre la atmósfera interpretativa del tema, tratando de definir el ambiente del suceso dramático. Frecuentemente el ballet moderno permite el uso abstracto de la luz para acentuar dramáticamente la danza. El grado de libertad lumínica depende del grado en que el ballet mismo se separa del realismo puro hacia una estilización y abstracción. "Milagro en la Alameda" es un ballet que permite desarrollar, en mayor escala, el paso gradual desde un realismo estilizado hasta la imaginación onírica. La danza moderna se concentra casi exclusivamente sobre la creación '* 29 '* Revista M u.ka) Chilena I Bernardo Trumper o evocación de emociones y atmósfera a través de una alta expresión individual o de grupo, hablando en un vocabulario propio del movimiento (ejemplo: Martha Glaham). El iluminador tiene, pues, una libertad casi absoluta para hac ~r uso de su técnica e imaginación. 

La iluminación se dirige a expresada atmósfera de cada momento de la danza. El iluminador puede usar su imaginación hasta un grado pocas veces permitido por cualquier otra forma teatral. Los tres tipos de danza tienen muchos elementos comunes que determinan una gran diferencia entre la iluminación para la danza y la iluminación de otros tipos de producciones teatrales. Como consecuencia de su estructura formal y de sus convenciones, el ballet es aceptado inmediatamente por el público como una fantasía y una forma de arte norealista. Esto hace que la interpretación total se pueda expresar por medio de gestos formales y movimientos de danza; lo que también hace posible un robustecimiento e intensificación, en forma y color, del vestuario, escenografía y maquillaje. Esta intensificación de los elementos escénicos hacen igualmente deseable una brillante composición de la luz y un brillante uso del color y efectos, teniendo siempre como base que el elemento que debe ser destacado es el cuerpo del bailarín en su totalidad. Nuestro deber fundamental en el teatro está en directa relación con los bailarines. Son ellos los que interpretan, son ellos los que danzan. El escenario les pertenece y ellos deben dominar sobre él La naturaleza de la danza también altera la forma y el arreglo de los elementos escénicos dentro del arco del proscenio. La danza toma lugar en el espacio. El espacio para danzar debe estar relativamente libre de elementos escénicos. En consecuencia, la danza se lleva generalmente a cabo con un telón de fondo y algunos elementos de decorados laterales, dejando libre el piso del escenario. Como resultado, el iluminador tiene libertad para colocar instrumentos eléctricos en casi cualquier ubicación, situación bien diferente a la que se le presenta frente a un decorado-caja o escenografía de interiores; aún más, en el caso del ballet, el disefiador tiene un solo elemento básico que iluminar: el bailarín en movimiento en un espacio abierto.

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El ballet es una danza cuyo orígenes se encuentran en el Renacimiento Italiano, durante los siglos XV y XVI.

El ballet es una danza cuyo orígenes se encuentran en el Renacimiento Italiano, durante los siglos XV y XVI.

El ballet se explayó desde Italia hasta Francia con la ayuda de Catherine de’ Medici, donde el ballet se desarrolló aún más bajo su influencia aristocrática. Un ejemplo del trabajo expuesto por Catherine se capturó en la pieza llamada Le Paradis d’ Amour. Esta pieza fue presentada en la boda de su hija, Marguerite de Valois y Enrique de Navarre. El dinero aristócrata era el responsable de las etapas iniciales del desarrollo del ballet de corte.
La literatura y la música utilizada en el ballet tenían como fin entretener principalmente a los aristócratas de la época. En 1573, se llevó a cabo la primera puesta en escena del la primera pieza del ballet de corte, cuyo nombre fueBallet des Polonais. Esta pieza fue llevada a escena por Catherine de’ Medici en honor del embajador polaco que estaban de visita en París.
En 1581, Catherine de’ Medici produjo otro ballet de corte llamado: Ballet Comique de la Reine, sin embargo, su compatriota, Baltasar de Beaujoyeulx , fue quien hizo todos los arreglos de baile. Catherine de’ Medici y Balthasar de Beaujoyeulx fueron los encargados de presentar el primer Ballet de corte, tomando como base los principios de la Academie de Baif. En esta pieza se integró la poesía, la danza, la música y la escenografía para transmitir una historia dramática unificada.
Foto de la premier del ballet de Tchaikovsky La Bella Durmiente (1890).
A finales del siglo 17 Luis XIV de Francia fundó la Académie Royale de Musique en la Opera de Paris, en donde surgió la primera compañía profesional: la compañía de ballet, el Ballet de Opera de Paris.
El predominio francés en el vocabulario del ballet refleja esta historia.
El Ballet Teatral pronto se independizó del arte, aunque todavía mantiene con frecuencia una estrecha relación con la ópera, y de igual forma se desarrolló desde el centro de Europa a otras naciones. El Ballet Real de Dinamarca o mejor conocido como Royal Danish Ballet y el Mariinsky Ballet del Imperio ruso fueron fundados en el año 1740 y comenzó a tener más fuerza, después del año 1850. En 1907, el ballet ruso, a su vez se regresó a Francia, donde elBallets Russes de Sergei Diaghilev y sus sucesores fueron muy influyentes. Pronto el ballet se dio a conocer en todo el mundo con la formación de nuevas empresas, entre ellas Londres El Royal Ballet (1931), Ballet de San Francisco (1933), American Ballet Theatre (1937), El Royal Winnipeg Ballet (1939), The Australian Ballet (1940), el Ballet de Nueva York (1948), el Ballet Nacional de Canadá (1951), y el Delhi Ballet (2002).
Durante el siglo 20, los estilos de ballet continuaron desarrollándose fuertemente, obteniendo una influencia más fuerte en la danza de concierto. En Estados Unidos, por ejemplo el coreógrafo estadounidense George Balanchinedesarrolló lo que hoy se conoce como el ballet neoclásico, estilos posteriores han incluido ballet contemporáneo y el ballet post-estructural.
La palabra ballet viene del francés y fue tomado por la lengua inglesa en el siglo 17. La palabra francesa a su vez tiene sus orígenes en italiano con balletto un diminutivo de ballo que quiere decir danza. Ballet en última instancia se origina con la remonta a lengua italiana, Ballare significa bailar.
Renacimiento – Italia y Francia
El ballet se originó en el Renacimiento durante una ceremonia en Italia.
Se dice que el ballet fue parte de las bodas aristocráticas, en donde había músicos y bailarines con el fin de proporcionar un elaborado entretenimiento para ellos. El ballet del Renacimiento es muy diferente a la forma de entretenimiento teatral conocido por el público contemporáneo. Los tutus y las zapatillas de ballet aún no eran parte del vestuario de un bailarín de esos tiempos del renacimiento. La coreografías se adaptaban a los pasos de baile de la corte. Los bailarines intérpretes vestían con la moda de la época. Las mujeres debían ponerse vestidos formales que cubrían sus piernas hasta el tobillo. A principios del ballet era muy participativo, debido que la audiencia se unía a bailar en el baile final. Domenico da Piacenza (c. 1400–c. 1470) ) fue uno de los primeros maestros de baile. Junto con sus alumnos Antonio Cornazzano y Guglielmo Ebreo, fue entrenándose en la danza, enseñándoles a sus estudiantes la belleza de la danza. Da Piacenza dejó un pieza llamada: De arte saltandi et choreus ducendi (En el arte de la danza y la realización del baile) la cual fue producido por sus alumnos.
En 1489 Gian Galeazzo Sforza, duque de Milán, se casó con Isabel de Aragon, en Tortona. Para la boda, se llevó a cabo una elaborada pieza de baile coreografiada por el maestro italiano Bergonzio di Botta. Las danzas estaban vinculadas a la narrativa de Jason y de Argonauts, además cada baile correspondía a platillo diferente de la cena. Tristano Calco de Milán escribió sobre el evento, y lo consideró como un espectáculo impresionante.
El ballet continuó tomando más fuerza con la estructura francesa del Ballet de cour, el cual consistía de bailes sociales interpretados por la nobleza acompañados con música, interpretaciones verbales, poesía, el canto, desfiles, decoraciones y vestuarios. Cuando Catherine de’ Medici, una aristócrata italiana con interés en las artes, se casó con el heredero de la corona francesa, Henry II, ella trajo a su pasión por la danza a Francia y obtuvo apoyo financiero. Catherine de’ Medici’s apoyó con los objetivos de la política y de la corte, los cuales por lo general se organizan en torno a temas mitológicos.
El ballet continuó tomando más fuerza con la estructura francesa del Ballet de cour, el cual consistía de bailes sociales interpretados por la nobleza acompañados con música, interpretaciones verbales, poesía, el canto, desfiles, decoraciones y vestuarios. La primera pieza del ballet de cour fue el Ballet de Polonais. Esta pieza de ballet se realizó en 1573 con motivo de la visita del embajador de Polonia. Fue coreografiada por Balthasar de Beaaujoyeulx y contó con la presentación durante una hora con dieciséis bailarinas, cada una de la bailarinas representaba una provincia francesa. El Ballet Comique de la Reine (1581), que también fue coreografiada y dirigida por Balthasar de Beaujoyeulx, producido por Louise of Lorraine, reina consorte de Rey Henry III, hijo de Catalina, para celebrar el matrimonio de Anne de Joyeuse. El ballet se prolongó durante más de cinco horas y fue bailado por veinticuatro bailarines.
En el mismo año, la publicación de Fabritio Caroso llamado Il Ballarino, fue un manual técnico sobre el baile, tanto en la interpretación y el efecto en la sociedad. También ayudó establecer a Italia como un centro de desarrollo técnico de ballet.
Siglo 17 – Francia y la Corte de baile
El Ballet se desarrolló como una forma enfocada en la interpretación del arte en Francia durante el reinado de Louis XIV, quien era un apasionado de la danza. Pierre Beauchamp, la persona que creó las cinco posiciones de los pies y las posiciones de los brazos en el ballet, era profesor de baile personal del rey y su socio favorito en el Ballet de courdurante el año de 1650.
En 1661 el rey Louis XIV, tuvo la determinación de establecer una nueva escuela de baile llamada, Académie Royale de Danse. Beauchamp fue nombrado Intendente des ballets du roi y en 1680 se convirtió en el director de la academia de baile, cuyo cargo ocupó hasta 168.
Jean-Baptiste Lully, un italiano violinista, bailarín, coreógrafo y compositor, se unió a la corte de Luis XIV en 1652, tomó un papel importante en la dirección que el ballet tendía en el futuro. Apoyado y admirado por el rey Louis XIV, Lully a menduo incorporaba al rey en sus rutinas. La pieza llamada Sun King para el monarca francés, se originó en la interpretación de Louis XIV en la coreografía de Lully llamado Ballet de la Nuit (1653). Esta pieza de ballet fue espléndida ya que contó con una escena en donde una parte de la case fue quemada, también incluidas las brujas, hombres lobo, gitanos, pastores, ladrones, y las diosas Venus y Diana. La principal contribución de Lully a esta pieza fueron sus composiciones matizadas. Su comprensión de movimiento y la danza le permitió una coreografía inigualable, realizando una fusión con los arreglos musicales y los movimientos de los bailarines. Lully, también colaboró con el escritor francés Molière. Juntos crearon un nuevo estilo de teatro llamado “commedia dell’arte” y fue adaptado al público francés, creando la “comédie-ballet!Le Bourgeois Gentilhomme (1670).
En 1669 Louis XIV fundó la Académie d’Opéra con Pierre Perrin como director. Louix XIV se retiró en 1670, en gran parte, debido a que aumentó mucho de peso. En 1661 fundó la escuela Adacemie Royale de danse. Beauchamp fue el primer bailarín de ballet profesional, tenía un gran conocimiento de la Ópera y creó las coreografía de la primera porducción de la nueva empresa, Pomone con un arreglo musical de Robert Cambert. Después de Perrin se fuera en bancarrota, el rey reestableció la ópera como una rama importante de la academia y puso como director a Lully.
Beauchamp fue uno de los principales coreógrafos. Lully, junto con el libretista, Philippe Quinault, crearon un nuevo concepto llamado tragédie en musique, en donde cada acto contaba con un espectáculo de intermedio, el cual era conocido como divertissement. El divertissement eran pequeñas presentaciones de ballet durante los intermedios de la obra. En casi todas su creaciones Jean-Baptiste Lully creo una fusión de arreglos musicales y drama con elementos francés e italianos. Su trabajo dejó un legado que definiría el futuro del ballet.
Popularidad en Europa
La corte de Francia fue en cierto modo el modelo a seguir para las otras cortes reales de Europa. Los estilos del entretenimiento fueron imitados, incluyendo los ballets reales. Los tribunales de España, Portugal, Polonia, Alemania, y en otros lugares se convirtieron en audiencias y practicantes del ballets. Además de Francia, Italia se convirtió en una influencia importante en este baile.
Compañías profesionales de ballet comenzaron a organizar y recorrer todo Europa, actuando para el público aristocrático. En Polonia, el rey Władysław IV Vasa (1633-1648) propuso a su país como sede del espectáculo de la ópera italiana, la cual incluía bailarines de ballet en algunas escenas. Los especialistas de ballet que trabajaron para la corte polaca eran Louis de Poitiers (maestro de ballet), Charles Duparc, Jean Favier, Antoine Pitrot, Antonio Sacco y Francesco Caselli.
Francia y su desarrollo en la áreas artísticas
El siglo18 fue un período en donde las técnicas de ballet evolucionaron. Además fue el periodo en donde el ballet se convirtió en una forma de arte dramático a la par de la ópera. Esta evolución fue gracias al trabajo de Jean-Georges Noverre. En la coreografía de “Lettres sur la danse et les ballets” ( 1760 ), se encontraron pasos relacionados con la técnica “ballet d’action” o ballet de acción, ya que el los movimientos de los bailarines estaban diseñados para expresar la letra de la pieza. Noverre cree que el drama del ballet debe ser lógico y bien estructurado. Los coreógrafos, compositores y diseñadores deben de estar al pendiente desde las primeras etapas de la planificación de un trabajo. Todo debe de ser preciso y limpio, por ejemplo los productores tienen que cuidar los pequeños detalles como: retirar las máscaras para lograr una mejor expresión facial, los vestuarios deben ser recortados para mostrar la figura de los bailarines, y que los coreógrafos deben tener una educación amplia en donde abarque la pintura y la creatividad, ya que esto ayudará a darle vida a las presentaciones.
Modificaciones comenzaron a tomar parte del ballet. Christoph Gluck fue uno de los iniciadores de estos cambios. Finalmente, el ballet fue dividido en tres técnicas formales llamadas sérieux, demi-caractère and comique. El ballet también comenzó a tomar parte de los intermedios de las óperas con pequeñas escenas de bailes.
Afuera de Francia
Venecia sigue siendo el centro de danza en Europa, particularmente durante la época del Venice Carnival, cuando bailarines y visitantes de todo el continente viajaban a la ciudad para un intercambio cultural. La ciudad del Teatro San Benedetto se convirtió en un lugar popular de la ciudad, debido a que la mayoría de las funciones de ballet se realizaban allí. Las técnicas del ballet italiano mantuvieron una influencia prominente en gran parte del sur y el este de Europa, hasta que las técnicas rusas las suplantaron en el siglo 20.
Las funciones de ballet tuvieron más popularidad en Europa durante el siglo 18, en áreas como Hungría. Se establecieron compañías profesionales, las cuales tuvieron funciones en Hungría y en otras partes del mundo. El Teatro Nacional de Budapest es reconocida como el hogar de los bailarines.
Algunos de los principales bailarines de la época que viajaron por Europa fueron Louis Dupré (bailarina), Charles Le Picque, Anna Binetti, Gaetano Vestris y Jean- Georges Noverre.
Siglo 19
La bailarina se convirtió en el intérprete de baile más popular en Europa durante primera mitad del siglo. Sucedió una gran transformación, puesto que hubo una disminución de popularidad entro los bailarines. En muchas obras, los héroes de ballet eran interpretados por mujeres, como el personaje principal de “Pantomime”.
La profesionalidad de las compañías de ballet se convirtió en la cuna de una nueva generación de maestros de ballet y de bailarines. Viena tuvo una gran influencia en los que practicaban ballet. El primer maestro de ballet del Teatro Nacional y de Ópera Real de Hungría fue el Frigyes Campilli, quien trabajó en Budapest por 40 años.
El siglo 19 fue un período de grandes cambios sociales, lo cual también se vio reflejado en el ballet puesto que se comenzaba a perder las sensibilidades aristocráticas que había dominado durante tantos años en el ballet romántico. Bailarinas como Geneviève Gosselin, Marie Taglioni y Fanny Elssler experimentaron con nuevas técnicas tales como el trabajo en punta. Taglioni era conocida como la “bailarina cristiana”, ya que su imagen era ligera y pura (asociada con su papel en la pieza La Sylphide). Ella fue entrenada por su padre Filipo Taglioni. En 1834, Fanny Elssler llegó a la Ópera de París y se convirtió en la Bailarina Pagana, debido a sus buenas cualidades de poder interpretar la danza “Cachucha”, la cual la hizo famosa. Maestros como Carlo Blasis codificaron esa técnica de ballet que aún se usa hoy en día.
Movimiento romántico
El movimiento romántico en el arte, literatura, y el teatro fueron reacciones en contra de las restricciones formales y los mecanismos de la industrialización. El zeitgeist llevó a los coreógrafos a componer ballets románticos que tenían como característica la luz, y movimientos de libertad y de fluidez, los cuales contrastarían con la difusión de la ciencia reduccionista a través de muchos aspectos de la vida diaria. Estos bailes “irreales” retrataban a las mujeres como seres sobrenaturales con una extrema frágiles, que se podían levantar sin esfuerzo y casi parecían como si flotaran en el aire. Las bailarinas comenzaron a usar disfraces de colores pastel, con faldas que llegaban hasta los tobillos. Un ejemplo del movimiento romántico es “La Sylphide” , uno de los bailes románticos más antiguos que aún es interpretado por bailarines contemporáneos.
El movimiento romántico era una nueva exploración de folklore y de la cultura tradicional, la cual comenzó a tomar parte del folklor de Europa, África, Asia y Oriente Medio. En el ballet de esos tiempos los bailarines eran caracterizados como villanos o como bufones, para que se pudieran adaptar al “Orientalismo”. La Ópera Nacional de Ucrania, teatro dedicado a las artes escénicas, se estableció en Kiev en 1867. Para 1893, esta compañía creció lo suficiente para tener grandes presentaciones de bailes de ballet.26
Muchas compañías de ballet europeas aún existen hoy en día y siguen estableciendo nuevos teatros de ópera en todas las ciudades de Europa durante el siglo 19, incluyendo el Kiev Ballet, el Ballet Nacional de Hungría, el Teatro Nacional de Ballet (Praga) y el Ballet Estatal de Viena. En estos teatros había un espacio para la ópera, el drama y el ballet. Compositores, dramaturgos y coreógrafos fueron capaces de crear obras que capturaban la fusión entre estas tres vertientes de arte.
Rusia
Mientras que Francia jugó un papel decisivo en el ballet, otros países y culturas adoptaron pronto esta forma de arte, sobre todo Rusia. Rusia tiene una gran tradición de ballet, y el ballet ruso ha tenido una gran importancia en su país a lo largo de la historia. Después de 1850, el ballet comenzó a disminuir su fervor en París pero comenzó a tener más popularidad en Dinamarca y Rusia gracias a maestros como August Bournonville, Jules Perrot, Arthur Saint- Léon, Enrico Cecchetti y Marius Petipa.
A finales del siglo XIX, el orientalismo estaba de moda. El colonialismo trajo a la vista las culturas de Asia y África, pero no tenían una buena consistencia debido a la malos recursos de información y la fantasía. El este era percibido como un lugar muy lejando en donde todo era posbile, siempre era espléndido, exótico y decadente. Petipa siguió el gusto popular produciendo “La hija del Faraón” (1862), y más tarde “El talismán” (1889 ) y “La Bayadère” (1877 ). Petipa es recordado por sus colaboraciones en “Tchaikovsky”. Él utilizó una música especial para su coreografía del “Cascanueces” (1892) , de “La Bella Durmiente” (1890 ) , y el “Lago de los Cisnes” (1895) .
Estas obras fueron influenciadas por el folklore europeo.
El ballet alcanza un “Mundo Nuevo”
Compañías de ballet de Europa comenzaron giras lucrativas en los teatros de Norteamérica, Centroamérica y América del Sur, a mediados del siglo 19 . El prestigioso Teatro Colón de Buenos Aires, Argentina, ha sido sede de bailarines extranjeros. Por la década de 1880, el Teatro Colón tuvo su propia compañía de ballet profesional.
Siglo 20 y el modernismo
Rusia y el Ballets Russes
Trajo el ballet a Paris cuando él abrió su compañía, Ballets Russes. Estaba compuesto por bailarines de la comunidad francesa que habían sido exiliados de la Revolución Rusa.
Diaghilev y el compositor Igor Stravinsky fusionaron sus talentos para traer el folklore ruso a en “El pájaro de fuego” y “Petrushka” con coreografía de Fokine. Otra coreografía de Diaghilev fue dada a Nijinsky. Su primera pieza de ballet fue L’apres-midi d’un Faune (Afternoon of a Faun) con música de Debussy. La presentación con más controversia del Ballets Russes fue “The Rite of Spri”, coreografiado por Nijinsky con música de Stravinsky. La música moderna de ballet, las nuevas posturas de los pies y el tema de los sacrificios humanos creo en el público un sentimiento de desagrado.
Después de la “edad de oro” de Petipa, Michel Fokine comenzó su carrera en San Petersburgo , pero se mudó a París y trabajó con Diaghilev y los Ballets Russes.
El Ballet ruso continuó su desarrollo bajo el dominio soviético. Quedaba poco talento después de la revolución, pero esa pequeña porción de talento hizo que se expandiera a las otras generaciones. Después de un estancamiento en la década de 1920, a mediados de la década de 1930 la nueva generación de bailarines y coreógrafos apareció en escena. Se promovió la perfección en la técnica y la precisión en la danza. Agrippina Vaganova, quien fue entrenado por Petipa y Cecchetti, encabezando la Academia de Ballet Vaganova. Esta escuela fue diseñada para entrenar a bailarines para el Ballet Kirov en San Petersburgo/Leningrado.
El ballet obtuvo una buena posición en el gusto del público. Las compañías de Moscow Bolshoi y la de St. Petersburg Kirov fueron muy populares en el público.
Algunas piezas de la época tuvieron un gran impacto como la de “Romeo y Julieta” producido por Prokofiev y Lavrovsky. La pieza, “Llamas de Paris”, muestra todas las facetas del arte realista socialista. La pieza “Fuente de Bakhchisara” con música de Boris Asafiev y coreografía de Rostislav Zakharov fue todo un éxito.
El ballet reconocido de “La Cenicienta”, en la cual Prokofiev creó la música, también fue creación del ballet soviético. Durante la era soviética, estas piezas en su mayoría eran desconocidas. Sin embargo, después del colapso de la Unión Soviética estas piezas obtuvieron una gran popularidad.
En 1999 se llevó a cabo el estreno de la pieza “The Fountain of Bakhchisarai” por el Ballet Kirov en Nueva York. La era soviética del ballet ruso puso mucho énfasis en la técnica, el talento y la fuerza. Se exigía la fuerza para todos los nuevos bailarines occidentales novatos. Cuando se ve los archivo que se pudieron recuperar, se pode ver la gran técnica y talentos de bailarines como Galina Ulanova, Natalya Dudinskaya y Maya Plisetskaya y coreógrafos como Pyotr Gusev.
Las empresas rusas, en particular después de la Segunda Guerra Mundial, tuvieron muchas presentaciones alrededor del mundo.
Estados Unidos
Tras el traslado del Ballets Russes a Francia, el ballet comenzó a tener una influencia más amplia, particularmente en los Estados Unidos.
Desde París, Fokine fue a Suecia y luego los EE.UU. y se estableció en Nueva York. Él creía que el ballet tradicional ofrecía más que movimientos bonitos y una exhibición atlética. Además de una buena técnica, exigía: drama, expresión y una autenticidad histórica. El coreógrafo tuvo que investigar el contexto el cual él se encontraba y así decidió rechazar el tutú tradicional y propuso una tendencia de vestuario más contemporáneo.
Fokine coreografió “Scheherazade” (Rimsky -Korsakov) ” y “Cleopatra”. También retomó las piezas “Petrushka” y “El pájaro de fuego”. Una de sus piezas más famosas fue “La muerte del cisne”, interpretada por Anna Pavlova. Más allá de sus talentos como bailarina, Pavlova tenía el potencial para llevar a cabo las demandas que Fokine tenía en el momento de coreografiar la rutina de ballet. La leyenda cuenta que Pavlova se identificó tanto con el papel de cisne que ella pidió que cuando muriera la vistieran con el disfraz del cisne.
George Balanchine desarrolló una de las mejores técnicas en América cuando abrió la escuela en Chicago, y en Nueva York. Adapto el ballet a los nuevos medios de comunicación, el cine y la televisión. Con esa gran técnica, Balanchine, realizó una nueva coreografía de clásicos como “Lago de los cisnes” y “La Bella Durmiente”, así como la creación de nuevos ballets. Él produjo interpretaciones originales de los dramas de William Shakespeare como: “Romeo y Julieta”, “The Merry Widow” y “A Midsummer Night’s Dream”.
En 1967, las Joyas de Balanchine rompieron con la tradición narrativa, puesto que en vez de dramatizar un trama se dedicó a dramatizar un tema. Esta nueva idea encajaba con lo que se proponía en Estados Unidos de buscar la libertad de pensar y expresarse. Hoy en día, grancias a Balanchine, el ballet es uno de los bailes mejor perservados en el mundo.
Barbara Karinska era una inmigrante rusa, la cual colaboró con Balanchine para mejorar el arte del diseño de vestuario. Ella introdujo el corte llamado “bais cut” y un tutú clásico que permitía al bailarín tener mayor libertad de movimiento. Con una atención meticulosa a los detalles, decoró su tutús con abalorios, bordados y aplicados de tela.
Ballet neoclásico
Se dice que George Balanchine fue el primer pionero de lo que hoy es conocido como ballet neoclásico, utilizando un estilo de danza entre el ballet clásico y danza contemporánea de hoy. Tim Scholl, autor de “De Petipa a Balanchine”, consideró a la pieza “Apollo” (1928), para ser el primer ballet neoclásico. “Apolo” representa de una forma la respuesta que el coreógrafo Serge Diaghilev tenía. “Apollo” y otras obras aún se realizan hoy en día, sobre todo por el Ballet de Nueva York.
Frederick Ashton es otro coreógrafo prominente asociado con el estilo neoclásico. Tres de sus obras se han convertido en piezas muy reconocidas en el repertorio internacional: Sylvia ( 1952 ), Romeo y Julieta (1956), Ondine (1958 ), y Margot Fonteyn.
Época contemporánea
Una bailarina que tuvo como maestro a Balanchine y absorbió gran parte de este estilo neoclásico fue Mikhail Baryshnikov. Tras el nombramiento de Baryshnikov como director artístico del American Ballet Theatre en 1980, trabajó con diversos coreógrafos modernos, sobre todo con Twyla Tharp. Tharp coreografió “Push Comes To Shove” para ABT y Baryshnikov en 1976. En 1986 creó “In The Upper Room” su propia compañía. Ambas piezas fueron consideradas innovadoras para el uso de movimientos modernos y por el uso de zapatos de punta. Ahora los bailarines estaban utilizando la técnica del “ballet contemporáneo”.
Tharp también trabajó con la empresa Ballet Joffrey, fundada en 1957 por Robert Joffrey. Ella coreografió Deuce Coupe para esa compañía en 1973. En donde se utilizó música pop y una mezcla de técnicas modernas de ballet. El Ballet Joffrey continuó realizando numerosas obras contemporáneas, las cuales muchas fueron coreografiado por Gerald Arpino.
Hoy en día hay muchas compañías contemporáneas con una técnica más innovadora y con coreógrafos con nuevas rutinas. Estas nuevas compañías incluyen al Ballet de Madrid, Royal Ballet de Flandes, Alonzo Rey y su compañía, Alonzo King LINES Ballet, Nacho Duato y Compañia Nacional de Danza, William Forsythe , quien ha trabajado extensamente con el Ballet Frankfurt y en la actualidad trabaja en The Forsythe Company, y Jiří Kylián, que actualmente es el director artístico de Nederlands Dans Theatre. Tradicionalmente las compañías “clásicas”, como el Ballet de Kirov y el Ballet Ópera de París llevan a cabo con regularidad obras contemporáneas. Fuente Wikipedia.com
Fuentes

·          Anderson, Jack (1992). Ballet & Modern Dance: A Concise History (2nd ed. edición). Princeton, NJ: Princeton Book Company, Publishers. ISBN 0-87127-172-9.